Desde la llegada del Metrobus a la Ciudad de México, éste ha buscado optimizar los montos de inversión en autobuses e infraestructura de recarga, así como los costos de operación en el contexto de la Ciudad de México, en línea con su política de tarifas accesibles de transporte público.
Esto marca el inicio de un proyecto colaborativo encabezado por el Gobierno de la Ciudad de México en su compromiso de mejorar la movilidad en la capital y mismo tiempo, reducir las emisiones contaminantes y de carbono en el transporte público.
Pero ¿Qué impacto genera ante la sociedad?
Hoy en día, las nuevas generaciones se preocupan mucho porque las empresas sean amigables con el medio ambiente y con la sociedad. Estas generaciones buscan que el medio de transporte que usan diariamente, así como otros servicios, no afecten su calidad de vida, pero sobre todo buscan que sean medios de transporte seguros.
Diariamente el sistema de autobuses de tránsito rápido, Metrobús, traslada a 1.5 millones de pasajeros y ha sido un referente de movilidad eficiente y segura, además de que son viajes libres de emisiones, silenciosos y sin vibraciones.
Este autobús articulado eléctrico, reduce el uso de energía en 80% y evitará la emisión de 1,300 toneladas de carbono durante 10 años, en comparación con un autobús impulsado con diésel de la flota actual.
Asimismo, mejora la calidad del aire al eliminar en el mismo período, 14 toneladas de contaminantes incluidos el material particulado que son nocivos para el sistema respiratorio, y los óxidos de nitrógeno, asociados con las contingencias por ozono.
Hoy en día Metrobús cubre con sus 7 líneas, 125 kilómetros de recorrido, atendiendo las necesidades de 11 delegaciones. De esta manera, Metrobús brinda servicio a 1.5 millones personas diariamente, agilizando su manera de transportarse diario sin producir tantas emisiones de CO2 que afecten la calidad de vida, pero además que también brinden comodidad y seguridad.