“No soy un simple chofer, soy un conductor responsable”: conoce qué se siente manejar un Metrobús Eléctrico en CDMX desde la perspectiva de sus operadores.
Siendo el Metrobús Eléctrico un gran pionero de la movilidad sustentable y de las energías limpias para el transporte público de la CDMX, provoca entre sus operadores sentimientos de orgullo, compromiso y audacia por nuevos retos.
“Pertenecer a una empresa de vanguardia que ofrece a las personas pasajeras un mejor nivel de vida con traslados sin emisiones contaminantes nos brinda una nueva experiencia de conducción,” son testimonios recogidos por la sección Mirada Operativa plasmando el sentir de quienes están involucrados con la Línea 3 Cero Emisiones desde los escritorios y hasta los patios de recarga de las baterías.
“Ser parte del Metrobús Eléctrico genera una satisfacción enorme, es un premio trabajar en un proyecto sustentable.”
Siempre abiertas al aprendizaje de nuevas técnicas y nuevas tecnologías, las personas conductoras también se han mostrado sorprendidas por su capacidad de operar las diez unidades de autobús articulado eléctrico fabricado por Yutong, en la sinergia entre Mivsa, Mobility ADO y Engie, dentro de un contexto tan desafiante como el de la pandemia COVID-19.
“No soy un simple chofer, soy un conductor responsable: se trata de transmitir conocimientos y habilidades a compañeros para ir interiorizando la transformación del transporte hacia unidades eléctricas.”
La sección apunta a un Amor por la Conducción alcanzado a través del trabajo en equipo en una definición más amplia, la cual va más allá de la cabina de cada metrobús eléctrico y que alcanza el ambiente laboral y el sentido de orgullo ante las familias partícipes de este proyecto: “Mi familia se siente orgullosa de lo que hago.”
Así pues, las personas operadoras de la primera línea del Sistema Metrobús impulsada con electromovilidad han estado a la altura de un reto iniciado desde el 2020, en medio de la incertidumbre de la crisis sanitaria.
Con principios éticos, valores familiares y profunda calidad humana, quienes están detrás del volante siguen superando a diario el desafío de mover a la CDMX respetando el medio ambiente.